Como siempre he sentido mucha curiosidad -por lo que pueda aprender- en cuanto a los métodos que utilizan los autores a la hora de materializar su obra, estoy pidiendo a algunos de ellos que me desvelen los suyos y me hablen acerca de su proceso de creación, y también de la influencia de este en su vida -para ver si les produce los mismos “trastornos” que a mí-, y sus preocupaciones, lo cual se están brindando a hacer con mucha generosidad, y voy a compartir a través de este blog.
Conseguir que en alguna lejana parte del mundo, una persona a la que probablemente nunca conocerás, sienta emociones reales con tus palabras, solos ella y tú en la intimidad de su cerebro, es, literalmente, magia. A ese conjunto de palabras escritas que produce el efecto deseado sobre terceras personas, que manipula su estado anímico, las lleva a ejecutar actos de valor o de odio, lo conocemos como conjuro o como libro, según sea el caso. Desde Mi lucha, hasta ¿Quién se ha comido mi queso? pasando por El lobo estepario, los libros son capaces de hacernos denunciar a nuestro vecino a las SS, mejorar por completo nuestro estilo de vida y nuestra productividad, o guiarnos a través del largo y tortuoso camino, entre otras muchas cosas que asombran.
Sin pretenderlo, mientras respondía a las preguntas de mi entrevista, Marta Querol ha dado en el clavo del momento más gratificante para un escritor -al menos yo creo que muchos estarán de acuerdo en esto- que es, precisamente, el conocimiento de que alguien, en algún momento, sentirá el impacto de tu pensamiento, llorará y reirá, se emocionará, aprenderá, disfrutará, sobrellevará mejor algún pesar, dejará de sentirse solo y raro, o hasta quizá reciba una revelación que le cambie para siempre. Incluso cuando ya no sigas en este plano de la existencia.

Marta, la rubia guapetona, y yo.
Conocí a Marta Querol durante una firma de libros en Madrid, hace casi cuatro años. Marta es el tipo de persona con quien uno establece confianza inmediatamente. Tranquila y muy agradable en el trato, buena persona, sincera, sin dobleces, trabajadora, paciente, va por su camino sin molestar a nadie y ayudando a quien pueda. Comenzamos a charlar e inmediatamente me puse a hacer campaña sobre la publicación digital en Kindle, que ella aún no practicaba. En aquel momento Marta promocionaba su primer libro, El final del Ave Fénix, que había resultado finalista del prestigioso premio Planeta pero estaba publicado por otra editorial. Marta me hizo caso y comenzó una aventura digital que en poco tiempo le ha traído grandes alegrías. Para empezar, El final del Ave Fénix se ha convertido en una trilogía por la que se han interesado grandes editoriales.
Abuso de su tiempo enviándole un montón de preguntas, y estas son sus respuestas:
Pregunta: La creación de un libro requiere mucho tiempo, esfuerzo y sacrificio, además de habilidades innatas y aprendidas. Hablemos de sus compensaciones:
Desde un punto de vista exclusivamente económico, ¿qué cantidad debe aportarte una obra para considerar que tu trabajo ha recibido una compensación adecuada?
Difícil pregunta, no me lo había planteado en esos términos. Es complicado. Si me lo planteo como un trabajo, sin más, me gustaría alcanzar el sueldo mínimo interprofesional durante los años de vida la novela, parece algo lógico, pero la realidad es que me siento compensada cada vez que un lector compra mis novelas y me dice que se emocionó con su lectura, cuando me animan a seguir escribiendo, cuando te cuentan sus vivencias personales evocadas por el texto, cuando se identifican. Todo eso me compensa. Pero, ¿quién no ha soñado con convertirse en un best seller y vivir de esto? Lo cierto es que aspirar a comer (ya no digo vivir) de la literatura es una utopía para la mayoría de los que nos dedicamos a esto y tratar de motivarse por la compensación económica se me antoja inútil.
¿Has recibido otro tipo de compensaciones, como trabajos derivados (radio, periodismo…), invitaciones como jurado de concursos, participación en antologías, etc.?
Sí, he sido jurado en varias ocasiones, participo en algunos programas de radio y en una tertulia semanal en Mediterráneo TV y he dado ponencias en Universidades, Institutos, Foros… La mayoría de ellos no tienen retribución económica, pero te mantienen en contacto con la gente, con los lectores y me animan a pensar que algo estaré haciendo bien para que cuenten conmigo.
¿A qué edad terminaste el primer escrito del que te sentiste orgullosa y cuál fue?
Mi primer escrito fue El final del ave Fénix, y lo terminé en mayo de 2007, así que ya ves, he empezado hace nada. Cuando lo acabé me sentí orgullosa de haber sido capaz de hacerlo. Nunca pensé que pudiera escribir un libro, y llegar al punto final me produjo mucha satisfacción, no tanto por el contenido como por el hecho de haberlo logrado. Nunca me siento capaz de valorar mis obras.
¿Cómo es tu entorno de trabajo? ¿Sigues horarios rígidos? ¿Creas un calendario de trabajo? ¿Cuántas palabras escribes al día?
Con cada novela me han rodeado circunstancias diferentes y eso ha influido en los horarios y la productividad. He pasado épocas de secano, y otras muy fértiles.
Comencé a escribir cuando todavía trabajaba en un puesto de responsabilidad y eso me obligó a escribir por las noches, y así sigo. Ahora que no tengo un horario que me ate suelo escribir por las tardes, desde las cinco hasta que no puedo más, y eso puede ser las dos o las tres de la mañana. Y en los días en que escribo puedo llegar a las 7.000 u 8.000 palabras, aunque al día siguiente comenzaré por revisar lo escrito y la producción bajará.
Tus fuentes de inspiración son… (incluye películas, series etc. si las hay)
Creo que me ha influido mucho el cine norteamericano de los 40 y 50. Las películas de Elia Kazan, Ford, Wilder y sobre todo Mankiewicz: Gilda, Eva al desnudo, Quiero vivir, Historias de Filadelfia, Ciudadano Kane, El apartamento… Crecí con ellos y creo que formaron cierto sentido visual y estético. Los personajes fuertes, desgarrados, con personalidad marcada que protagonizan historias humanas y complejas, contadas a través de diálogos cargados de intención. Todo eso me ha influido en la forma de escribir, muy apoyada en los diálogos y la psicología de los personajes.
También la novela realista francesa que era lo que tenía más a mano en casa. Esto me lo han comentado algunos lectores porque yo no era consciente de ello, pero es verdad que el realismo y el costumbrismo, el reflejo de la forma de vivir de la gente, las costumbres, prejuicios y modas, es una característica de mis novelas.
Y también me inspira la vida, las injusticias, lo que me rodea. Me gusta contar historias reales en los que subyacen temas que a todos de una forma u otra nos afectan.
Con todo eso creo que puede llegar a entenderse el porqué de mi forma de escribir y de los temas elegidos.
Una novela suele leerse en tres o cuatro tardes, un tiempo dramáticamente inferior al tiempo que el autor emplea en su creación. ¿Cuánto tiempo tardaste tú en escribir tus novelas El final del Ave Fénix y Las guerras de Elena?
El final del ave Fénix fueron 9 meses, como un embarazo, hasta que tuve el primer manuscrito que, sin corrección ninguna (por pura ignorancia y falta de tiempo), envié al Premio Planeta. Pero después de aquello la revisé y corregí durante casi un año.
Las guerras de Elena fue a la inversa. La escribí durante un año y un par de meses y las correcciones me llevaron unos 6 meses más. Un par de años en total con cada una.
¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Redactas un resumen de la historia o te lanzas a escribir para irte sorprendiendo durante el proceso? ¿Haces fichas de los personajes? ¿Todo es espontáneo o tienes en mente al lector y estudias la manera de atraparle, por ejemplo, introduciendo personajes o elementos que sabes que van a engancharle? ¿Escribes en el ordenador desde el principio?
Sí, escribo en el ordenador desde el principio aunque a veces me hago esquemas temporales en papel. Hasta ahora, al estar inmersa en la trilogía de El final del ave Fénix, me he visto condicionada por cómo escribí la primera parte, que fue un salto al vacío en el que escribía rápido, con las ideas muy claras, y hacía un pequeño avance de los cinco capítulos siguientes antes de meterme en ellos. De cada personaje que aparecía hacía un esbozo con los principales rasgos físicos y psíquicos, y en esa primera novela el primer borrador lo escribí sin pensar en los lectores porque era algo que no pensaba editar. Pero una vez se abrió esa posibilidad me puse en la piel del lector y traté de corregirla intentando darle un ritmo ágil y añadiendo alguna subtrama que mantuviera el interés.
Las dos siguientes han sido mucho más pensadas desde el inicio. Tenía la ventaja de conocer ya toda la historia que iba a narrar, ya que todo está en El final del ave Fénix que hace de guion de las otras dos, pero además hice un índice por capítulos con un pequeño desarrollo de cada uno, buscando la coherencia en este complicado puzle de tres libros, sin repetir lo ya contado, guiando a los lectores que no hubieran leído la primera, y respetando la historia inicial. He aprovechado muchos personajes, pero también han surgido nuevos. Y sí, ahora intento compaginar el escribir para mí con el objetivo de interesar al lector, de emocionarle, y evitar que caiga en el aburrimiento.
Cuando lloro o río mientras escribo alguna escena suelo estar segura de que voy por el buen camino, ¿te ha pasado lo mismo?
Sí, totalmente. Y es lo más satisfactorio de escribir, esa sensación de que la escena es redonda, notar la adrenalina y pensar que algún día, tal vez, alguien sentirá lo mismo.
Hasta ahora tus novelas tienen un corte clásico, dramático, costumbrista y totalmente realista, ¿qué hay en tu mente para futuros libros? ¿Te ves abordando un género distinto? ¿Puedes avanzarnos algo acerca de lo que estás escribiendo ahora?
Sigo con el final de la trilogía, que como muy bien has descrito es dramático, costumbrista y realista. Pero tengo en mente un par de nuevos proyectos, uno de ellos bastante claro, que estaría rozando el drama bélico, pero también dentro de la narrativa contemporánea, puesto que se desarrollaría en los ochenta.
¿Alguna vez temes no estar a la altura de tus anteriores obras?
Por desgracia, siempre. No soy una persona autocomplaciente, dudo, le doy muchas vueltas a todo, pero creo que es normal porque todavía me queda mucho camino por recorrer y mucho por demostrar. No sé si llegará el día en que me relaje.
¿Qué novela ya estaba escrita y hubieras podido y deseado escribir tú?
Son tantas que no sé si aventurarme a citarlas. Cada vez que leo un buen libro, y con esto me refiero a aquellos que en cada línea me dan ganas de leerla dos veces por el puro placer de saborearla, y además la historia me toca, querría haberlo escrito yo. Y por fortuna he leído muchos de esos.
Tus lecturas habituales son… (género, ficción, no ficción)
Soy ecléctica. Leo de todo aunque siempre ficción (salvo para documentarme). Y dentro de ficción puedo pasar de la histórica a la policiaca, y de un clásico a narrativa contemporánea. Creo que lo único que no leo son novelas de zombies.
¿Sigues comprando libros impresos en papel?
Sí, por supuesto, aunque las estanterías de mi casa empiezan a crujir. Pero algunos libros me gusta tenerlos en papel. Voy a muchas presentaciones, me gusta, y si sé que lo voy a poder leer lo compro.
Obviando los aspectos promocionales y económicos, ¿te haría ilusión ver alguna de tus novelas convertida en película o piensas que perdería profundidad?
Me encantaría. Como he dicho al principio creo que mi afición al cine americano de los 40 y 50 me ha influido en la forma de escribir, y eso le ha dado a las novelas un aire muy cinematográfico según me comentan los lectores. Siempre se corre el riesgo de que se haga una mala adaptación, pero en España hay muy buenos guionistas.
¿Se ha convertido, el leer una novela o ver una película, en un comentario de textos o en una crítica cinematográfica mental inevitable, quizá hasta indeseada, que utilizas para evitar fallos y mejorar tu propia obra, o cuando no estás escribiendo desconectas por completo a tu escritora interior?
Me pasa una cosa rara, es como si al leer fuera dos personas a la vez. Una desconecta y se zambulle en la historia hasta las trancas. Soy una lectora muy pasional y con muchos libros me implico sin límites. Pero otra parte de mí es como si fuera una secretaria que con una libretita fuera anotando las cosas sobresalientes, lo que me enriquece, o los fallos que veo y sé que yo también debo cuidar. Eso cuando leo en digital es algo que hago sin pensarlo. Voy marcando párrafos y cuando termino de leer todo el libro recupero lo escrito y lo analizo, y en algunos casos las erratas, si conozco al autor y tengo algo de confianza, se las envío.
¿Se te ocurre algún consejo que puedas dar a otros escritores para facilitarnos la tarea?
Que no desesperen. Es un mundo desesperante, ya sea por los momentos de sequia creativa, ya sea por las dificultades para publicar, ya sea por verse expuesto a veces a críticas desmesuradas. Hay que tomar aire y continuar el camino. Y estar siempre dispuesto a aprender.
Como hemos dicho, la escritura es un trabajo que requiere mayor esfuerzo que la mayoría y se ejecuta a cambio de muy escasa compensación, ¿qué opinas de quienes se arrogan el derecho de subir tu obra a sus páginas de piratería para lucrarse gracias a ella? ¿Consideras, como ciertos autores, que te hacen un favor porque así promocionan tus libros? ¿Estás de acuerdo con el decir de algunos de que, quien los descarga gratis, de todas formas no iba a comprarlos, que no hace descender tus ventas?
He opinado muchas veces sobre este tema, y en mi blog he escrito alguna entrada muy clara. La descarga ilegal de contenidos me parece un robo. Nadie les autoriza a apropiarse del trabajo ajeno y regalarlo urbi et orbe, y el daño es irreparable. Sé de autores que se han quedado rozando la cifra de ventas exigida por la editorial para sacar la obra, que estaba en digital, en papel, y han perdido la
oportunidad mientras miles de internautas vampirizaban su obra fuera de los circuitos legales. He visto como la gente hablaba maravillas de mi novela y estaba ansiosa por leer la segunda, pero directamente afirmaban que se la descargarían gratis en cuanto pudieran. ¿En qué me beneficia esa publicidad? ¿En halagar mi vanidad de escritora? Puede que te haga publicidad pero entre un grupo de lectores que no respetan ni valoran el trabajo del escritor, que no respetan la cultura. A veces se escudan en el precio, pero en mi caso las novelas están a 1,89€ y cuando me piratearon estaba a 1€. Tampoco me vale lo de que siempre se han prestado libros. Pues claro, yo también los presto (a según quien, que no siempre vuelven). Pero eso se limita a un círculo muy cercano, ahí sí te dan a conocer, comentan y es muy posible que quien te leyó de prestado, si le gustó, termine comprando tu próxima obra.
Puede que no todos los que se lo descargan gratis la compraran, pero muchos sí, Todos los que llegan a mi web buscando “Descarga gratis de El final del ave Fénix”, si no lo pudieran descargar gratis puede que lo compraran dado su precio, puesto que están interesados en él, no es una descarga en lote sino selectiva. Y en cualquier caso, si no está dispuesto a apoyar al autor, que no lo lea. Hay cientos de clásicos gratuitos, libros magníficos a disposición de cualquiera de forma legal para disfrutar leyendo. Pero la gente no quiere cultura, quiere el último best seller sin pasar por taquilla. Hay mucha demagogia y postureo con este tema, y a la larga los perjudicados somos los autores y las editoriales.
De continuar por este camino, los nuevos autores no lograrán convertirse en profesionales. Se conformarán con compartir sin obtener nada o casi nada al principio, como todos cuando empezamos, pero luego, sepultados por la marea de libros gratis o casi gratis que ofrecen los autores noveles, sumados a los pirateados, percibiendo royalties bajísimos derivados de los precios inferiores al de un periódico al que venden sus obras, y a la miseria que perciben de librerías que los ofrecen con un sistema de tarifa plana, acabarán por perder la ilusión y la esperanza y tendrán que buscarse un trabajo serio y olvidar sus fantasías.
¿Es esto ciencia ficción o está en camino de suceder?
Estamos a las puertas de lo que describes. Muchos tirarán la toalla. Hoy en día la mayoría, más del 90%, vive de otras cosas (hice un estudio estadístico el año pasado que está en mi blog y da mucha pena), pero tiene la ilusión de poder dedicarse a esto algún día o de al menos recibir una compensación por las horas y el esfuerzo, y cuando vean que eso no llega es posible que pierdan fuelle.
¿Seguirán publicándose libros en papel dentro de veinte años? ¿Libros, no importa en qué soporte, escritos por autores contemporáneos, dentro de cincuenta?
Me gustaría pensar que sí. Yo creo que son formatos complementarios, aunque el digital va a seguir comiendo terreno, por precio, por comodidad y por espacio.
¿Qué medidas crees que deberían llevarse a cabo para erradicar la piratería?
Por un lado medidas legales, que son ciertamente difíciles de aplicar dada la multilocalización geográfica de estas páginas, y lo sencillo de abrir una cuando cierran otra. Y por otro, y creo que es lo más importante, educar en ética y en valores, en el respeto al trabajo de todos, y particularmente de los creadores. Cuando la gente se conciencia del daño que hace y ve buena voluntad por el otro lado (se están publicando libros, incluso por editoriales, a precios más que razonables) se deciden a pagar por aquello que quieren leer. El problema es que ahora no hay conciencia, es algo que está ahí, se descarga y a por otro, sin pensar ni reflexionar en nada más.
De hecho en algunas páginas de estas he entrado, les he explicado que mis novelas no estaban a más de 1,89€ y lo difícil que es abrirse paso en una editorial cuando las ventas se despistan hacia estos sitios, y han decidido eliminar el enlace de descarga y poner los de Amazon o Casa del Libro. Han sido los menos, pero razonando algunos toman conciencia.
¿Algo que te gustaría añadir?
Solo darte las gracias por esta interesantísima y profunda entrevista, y a mis lectores porque gracias a ellos estoy aquí. Es milagroso que una novela esté en las librerías más de 6 meses sin ser el best seller de moda y yo llevo 6 años. Y espero seguir escribiendo durante muchos más.
Tus lectores confiamos en ello. Gracias por unas respuestas enriquecedoras que estoy segura interesaran a muchas personas, tanto lectores como escritores.
Por mi parte, os recomiendo como próxima lectura El final del Ave Fénix, una novela con un estilo narrativo digno de un clásico, que os emocionará en cada página.
Más sobre Marta en su web:
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